Johann Sebastian Bach dijo “El propósito final de la música no debería ser otra más que la gloria de Dios y la satisfacción del alma”.
Pues al parecer, los estudios sobre musicoterapia apuntan a otros logros de su música: las bondades en el desarrollo cognitivo y sensorial de los bebés y niños, así como el efecto anti-estrés en los adultos.
En efecto, este célebre compositor barroco triunfó con su virtuosismo, su complejidad y su acumulación de adornos, dispuestos de tal modo que resultaban extremadamente bellos. Se ha llegado a decir que sus composiciones son pura matemática y que partiendo de uno o dos temas los moldeaba con simetrías, giros y traslaciones, de los que podía volver nuevamente al tema original
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