El nombre de perfume o perfumes proviene
del latín "per", por y "fumare",
a través del humo, haciendo referencia a la sustancia aromática que desprendía un humo
fragante al ser quemado, usado para sahumar. Los romanos no utilizaron la
palabra perfume y según demuestra el filólogo Joan Corominas esta aparece por
primera vez en lengua catalana en la obra “Lo Somni” de Bernat Metge y a partir
de 1528 en la literatura francesa. En la actualidad, la palabra «perfume» se
refiere al líquido aromático que usa una mujer o un hombre, para desprender
olores agradables. El término perfumería tiene cuatro acepciones,[1] pudiendo referirse a un establecimiento comercial donde venden
perfumes, al arte de fabricar perfumes, al
conjunto de productos y materias de la industria del perfume, o al lugar donde se
preparan los perfumes o se perfuman ropas o pieles.
La historia cuenta que Alejandro Magno era muy aseado, capaz de
perfumar cualquier habitación con solo el aroma de su cuerpo. En la Edad Media se fabricaron ungüentos con
sustancias aromáticas, musgo incluido y después de un período de utilizar
animales. En los siglos XVIII y XIX se volvió al agua de flores. El perfume está tan presente
en la historia del hombre como cualquier héroe o
leyenda Los aromas de la naturaleza han acompañado al ser humano siempre: las
flores, el mar, los árboles... Ramón Planas y Buera del Museo del Perfume de
Barcelona sostiene que todo comenzó en la prehistoria, el día que el hombre primitivo
encendió una hoguera para calentarse o para alejar las fieras que pudieran
acecharle y, por pura casualidad, encendió algunas ramas o resinas de un árbol y éstas comenzaron a
desprender un olor agradable, un olor inédito que nunca antes había sentido
nadie.“Quizás el hecho de encontrarla tan agradable y de que el humo se elevase
directamente hacia el cielo, les hizo pensar en utilizarlo como ofrenda a las
divinidades o a las fuerzas sobrenaturales que lo habitaban y que desde allí
arriba regían sus frágiles destinos en la Tierra”. Los perfumes se han
utilizado y se utilizan en rituales religiosos
Aquí usamos el Jabón líquido que compramos...
¡A jugar se ha dicho!....
Así registramos nuestra visita a la Perfumería San Remo