Con el inicio del jardín comienza la vida escolar del niño, comienza la socialización, se abre un mundo nuevo, aprender a compartir con otros, poder estar lejos de mamá y papá.
Algunas ideas que ayudan en el proceso
Algunas ideas que ayudan en el proceso
· Durante la adaptación pueden aparecer llantos, enojos, dificultades en el sueño, fiebre, etc. Es normal. Los chicos se irán acomodando a este cambio que implica empezar el jardín paulatinamente. Hay que contenerlos y sostenerlos.
· Es importante que todos estén convencidosde que el niño concurra al jardín; si el adulto duda y se angustia, el niño lo percibe y le será muy difícil quedarse en el jardín y disfrutarlo.
· Comunicarse con la maestra (para sentirnos seguros) por medio del cuaderno de comunicaciones o verbalmente
· Seguir las consignas que nos da la maestra. Recordemos que ya tiene experiencia y puede acompañarnos en la adaptación.
· Asegurarle que lo vendremos a buscar. No lleguemos tarde, eso genera mucha angustia, miedo a ser abandonado, sobre todo al inicio.
· No es conveniente sobornarlo con cosas “si te quedás, te compro caramelos” o asustarlo “si no dejás de llorar, me voy”.
· Tratemos de no irnos a escondidas sin que nos vea. Despedirnos cuando él esté listo y decirle que volveremos, va a darle seguridad y confianza.
· Es conveniente no amenazarlo con que la maestra lo va a retar, le será muy difícil confiar en ella, disfrutar y tendrá miedo.
Empezar el jardín también implica un desprendimiento. Dejarlo en manos de otros, las primeras separaciones de la familia. El mundo se agranda para el niño, los padres recuperan algunos espacios o generan otros.
Es importante que confiemos en la institución y en la maestra; si creemos que nuestro hijo estará cuidado, estimulado y que estará en un espacio seguro, nosotros tendremos más confianza y estaremos más seguros para acompañarlo en el proceso.
Nuestro hijo poco a poco irá encontrando un lugar donde jugar, crecer, compartir y disfrutar. Démosle tiempo, y tomémonos nosotros tiempo también. La adaptación no es solo del nene, es de toda la familia.
Es importante que confiemos en la institución y en la maestra; si creemos que nuestro hijo estará cuidado, estimulado y que estará en un espacio seguro, nosotros tendremos más confianza y estaremos más seguros para acompañarlo en el proceso.
Nuestro hijo poco a poco irá encontrando un lugar donde jugar, crecer, compartir y disfrutar. Démosle tiempo, y tomémonos nosotros tiempo también. La adaptación no es solo del nene, es de toda la familia.
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